En casa
Aunque lo mejor es acudir a un especialista, puedes hacer una sesión corta en casa que nunca exceda de los 15 minutos.
Coloca la manos sobre los ganglios del cuello y realiza pequeñas presiones, sin fuerza. A continuación pon las manos sobre las clavículas y realiza pequeñas presiones hacia arriba.
Después pon tu mano derecha sobre la axila izquierda y presiona suavemente, al terminar cambia de mano y de axila. El siguiente punto de presión son las ingles y por último, coloca tus manos una detrás de cada rodilla (en el hueco poplíteo) presionando hacia adentro y soltando.
Con este ritual estás activando el sistema linfático a través de la estimulación de los ganglios.
Para terminar, ponte de puntillas con la espalda recta y los brazos estirados a ambos lados de los costados. Realiza con un pie círculos con el tobillo, primero hacia una dirección y después hacia la otra, repite con el otro tobillo.
Con las piernas juntas flexiona las rodillas ligeramente e intenta tocar el suelo con las manos, sube lentamente hasta quedar erguido.