María Patiño no está viviendo uno de los mejores momentos de su vida, y se nota. La periodista se ha vuelto a ver salpicada en los últimos días por un viejo rumor que la relaciona con Jesulín de Ubrique, y todo por una supuesta conversación sobre el tema entre Cristina Tárrega y Diego Arrabal. Para escapar del tema, y relajarse también de tanto trabajo y momentos de tensión en 'Sálvame', nada mejor que pasar unos días en su refugio habitual, las playas de Fuerteventura, donde ella se dedica a tomar el sol, que le encanta, y su novio, el actor venezolano Ricardo Rodríguez a practicar el surf, un deporte que le apasiona.
A diario, mientras Ricardo surcaba las olas, María se tostaba al sol. A sus 47 años, la periodista tiene un cuerpo estupendo y está muy fibrada. Se nota que no para de entrenar.
Pensativa y muy seria en todo momento, su rictus no se relajaba ni siquera con los cascos puestos escuchando su play-list. Y es que Kiko Hernández la había puesto otra vez en mitad de la polémica al poner su cara y nombre a la colaboradora que, según la persona de las grabaciones de Diego Arrabal, habría pasado "una noche en un hotel" con el torero.
La periodista, con uno de los escuetos bikinis que tanto le gustan, trataba de tomar el sol o contemplaba el horizonte intentando buscar una calma que no pareció llegar, a juzgar por su expresión. Combinó una parte de arriba de animal print y con una braguita brasileña en naranja.
María no ha hecho ninguna declaración sobre estos nuevos rumores, pero ha lanzado un claro mensaje en sus redes sociales: "No dejes que nadie te impida disfrutar de lo que te pertenece. La naturaleza no entiende de clases, razas, ideologías y sexos". Nada ni nadie le va a impedir disfrutar de lo que realmente le gusta.
La pareja solía reunirse a la hora del aperitivo en un chiringuito para tomar un tentempié.
Y ahí, con su Ricardo cerquita, sí que sonreía Patiño. Bueno, eso cuando podía, porque entre los brindis y los besos con su chico andaba ocupada...