La vida sigue para Irina Shayk (y para todos) después de una ruptura amorosa. Hace unos días, una fuente cercana a la pareja confirmaba a la revista People, que la modelo rusa y el actor Bradley Cooper habían puesto fin a su relación después de cuatro años juntos y una hija en común. Al parecer, la pareja llevaba un tiempo en crisis, pero el detonante habría sido que "Bradley estuvo emocionalmente ausente durante el largo rodaje de 'Ha nacido una estrella'. Intentaron salvar la relación pero había cambiado".
Tras su fracaso sentimental, Irina tendría previsto dejar la casa en la que residía con el actor en Los Ángeles y mudarse a Nueva York, pero de momento sigue viviendo en la ciudad californiana. Allí la hemos visto luciendo su imagen más sobria, casi de luto, con un conjunto negro más propio de Halloween que del mes de junio. Y ocultando sus ojos bajo unas oscuras gafas de sol.
Aunque su gesto era serio, la procesión va por dentro, e Irina entró en un centro de belleza para que le hicieran la manicura. Y es que a las pocas horas tendría que salir de viaje de trabajo.
Tras pasar unos días en Islandia, la modelo rusa ha elegido Milán para su vuelta a las pasarelas y se convirtió en la gran estrella del desfile de Versace durante la Men’s Fashion Week Spring/Summer 2020. Irina estaba impresionante con un minivestido animal-print que dejaba ver su ropa interior.
En su cuenta de Instagram, la top publicó una imagen junto a la diseñadora y su "queen" (reina), Donatella Versace.
Desde que se conoció la ruptura entre la modelo y el actor, Irina no ha parado. La hemos visto pasar del negro al beige en cuestión de minutos con un mono que bien podría ser el uniforme cualquier taller. Antes de aterrizar en Italia, la top pasó unos días en Islandia. Sabíamos que se dirigía a un destino en el que el frío iba a estar muy presente porque en su mano llevaba un enorme chaquetón con gorro de pelo.
Irina compartió en sus redes una imagen en la que aparece rodeada de hielo y nieve. La foto, en la que luce cuerpazo con un calentito jersey, forma parte de la campaña que protagoniza para la firma italiana Falconeri, especializada en prendas de cashmere y punto.
Y cuando todos pensábamos que las temperaturas estaban bajo mínimo, Irina sorprendió subiendo una instantánea con un body negro en la firma Intimissimi, en mitad de un parque natural y con una cascada de fondo. Sin duda, un trabajo que también le está ayudando a desconectar.