Decía Omar Montes que todo el dinero ganado en 'Supervivientes' lo iba a gastar en comprarse un piso para él su hijo... pero tan sólo unas horas después de coronarse ganador de la edición (con sus correspondientes 200.000 euros más su caché semanal como concursante) estamos viendo cómo se funde lo ganado en caprichos. Y no lo ha hecho sólo: le ha acompañado su nuevo amigo del alma, Albert Álvarez. Juntos han quemado la tarjeta por las mejores tiendas de Madrid... y eso que aún no han cobrado lo que les corresponde, porque las cosas de palacio van despacio y entre que cobran y empiezan a descontar, pueden pasar varias semanas...
Desde luego, a Omar para pagar un piso a 'tocateja' no le va a llegar a pesar del dineral que ha ingresado: de los 200.000 euros tendrá que descontar casi el 50% para Hacienda, y luego el 20% para su representante, así que neto le quedará un montante de unos 80.000 euros, y lo mismo pasará con su caché. En total, quizá unos 100.000 euros contantes y sonantes, pero para pagar un buen piso no llega ni a la mitad... y si tenemos en cuenta que ya se ha dejado en compras unos cuantos miles de euros, la cuenta ya va bajando...
Él mismo ha sido el encargado de enseñarnos su periplo por la Milla de Oro madrileña: los dos amigos, con unos cuantos más, recalaban primero en Gucci, donde compraban varios detalles, como unas gorras valoradas en casi 300 euros cada una (la de Albert con una abeja enorme en el centro, y la de Omar con estampado de fresas sobre el logo de la marca) -además de otras compras que no han enseñado-. Si a eso le sumamos las zapatillas nuevecitas de Balenciaga (modelo Triple S) que calzaba Omar a 795 euros el par, vamos ya por más de 1.000 euros... y si ya le sumamos la cazadora de pitón que se probaba Omar en la tienda de Philipp Plein, los ojos se nos ponen en blanco: 7.500 euros la broma. La de Albert, algo más económica: 2250 euros.
¿Lo mejor? El piscolabis de montaditos y copas que les sacaron en Gucci. Es lo que tiene dejarse los cuartos, que te tratan como a un rey...
Tarde redonda
De la cena de después no tenemos datos, pero teniendo en cuenta que también fue en un céntrico restaurante del Barrio de Salamanca y que, según Omar, había hasta ostras, nos podemos hacer una idea de que de los 200 euros no bajaba. Un día redondo para todos, aunque sabiendo los gustos tan caros que tiene, veremos si algún día le vemos enseñándonos esa ansiada casa de la que tanto habla...