A pesar de que a veces pensemos que la vida de las famosas e influencers es siempre ideal y maravillosa, la verdad es que nunca es así: no es la primera vez que hemos tenido que contar los problemas personales que sufren algunas de ellas tras las fotos perfectas de Instagram (como el reciente caso de Jessica Goicoechea) o las tristes noticias de suicidio de muchas otras, y la que este lunes ha sorprendido contando una de sus intimidades ha sido Violeta Mangriñán, que ha revelado los problemas de alimentación que sufre desde hace años y que todavía arrastra.
Violeta ya lo dejaba claro al emocionarse nada más empezar su capítulo en MTMad: "Va a ser el capítulo más ‘heavy’ desde que tengo canal". "Me cuesta más hablar de esto que de los cuernos de Fabio. Es una cosa que me da mucha vergüenza, aunque luego pienso que vergüenza de qué. No quería que la gente se enterase. Es una cosa que me duele, me pesa mucho… y jolín, es algo jodido. Me cuesta hablar de ello, porque llevo ya como 2 años y medio con esto", revelaba.
Su problema se remonta a cuando empezó en televisión, hace casi 3 años, en MYHYV. Acababa de salir de una relación tóxica, que coincidió con un cambio hormonal que hizo que se hinchara (al dejar los anticonceptivos), y empezara a verse mal: "engordé 7 kilos", confesaba. "Yo vi que estaba cambiado y que no estaba bien. No es que estuviera gorda, porque como máximo llegué a pesar 56 kilos (siempre había pesado 48 o 49), pero dejé los anticonceptivos después de 5 años y me dio un rebote. Y entré como en una depresión".
Uno de sus momentos más bajos lo vivió con su ex amiga Oriana: "Quedé con ella y con Yasmina para tomar algo en una cafetería, y mientras ellas se comían un gofre con chocolate, yo me comí un pancake sin nada. Y recuerdo que ya en el coche, Yasmina iba de copiloto y le pregunté si podía buscar cuántas calorías tenía. Me dijo que un pancake sin nada tenía entre 400 y 500 calorías. Me puse loca a chillar y a llorar, y me acuerdo que las dejé en su casa, me fui a la mía, cogí mis cosas y me fui al gimnasio. Y después estuve 3 días sin comer. Igual una manzana al día, un mordisco de algo... y sólo bebía agua". Entonces, ella no se daba cuenta de que podía tener una enfermedad, pero da gracias a que se dio cuenta a tiempo gracias a su entorno, y pidió ayuda.
Hoy, tras ponerse en manos de una psicóloga, por fin ha conseguido verse bien, pero aún tiene recaídas: "Me ha enseñado cómo comer bien y sano. Evidentemente, también como pizzas o chucherías cuando me apetece, pero como sano. Fabio, por ejemplo, sabe lo que es porque obviamente lo sufre conmigo, y sufre mis recaídas, pero sabe el esfuerzo que yo pongo", ha dicho antes de añadir: "Ahora me veo bien y me veo guapa. Tengo mis momentos en los que no, pero me veo bien".