Nueva York, epicentro del drama que ha sembrado el coronavirus en Estados Unidos, Lourdes León decide salir del confinamiento para pasar un rato bebiendo algo y echando unos cigarritos con sus amigas. Ni distancia social ni guantes ni mascarilla. Llama la atención que la joven modelo 'pase' de esta manera de las recomendaciones sanitarias por el COVID-19 mientras que sus amigas si llevan la mascarilla preceptiva.
Curioso, cuando menos, porque mamá Madonna se ha erigido como una de las grandes defensoras del uso de la mascarilla para protegernos unos a otros. Y lo ha hecho no sólo promoviendo su uso en sus redes sino incluso donando más de 100.000 mascarillas para funcionarios de prisiones y presos.
La cantante ha confesado que pasó la enfermedad en marzo, lo que según la comunidad científica no está demostrado que evite una reinfección de un virus del que aún es mucho lo que se desconoce. ¿Será que Lourdes cree que también la ha pasado y piensa que por eso ya no puede contagiar ni ser contagiada?
Lourdes León, a quien durante el paseo por la Gran Manzana vimos fumar y pintarse los labios, es fruto de la relación de Madonna con el bailarín y preparador físico, Carlos León. La joven, que hace trabajos como modelo, es un genio según su famosa mamá: “Es una gran bailarina, gran actriz y toca el piano maravillosamente”.
Su madre sí se la pone
Madonna, de 61 años, ha 'tuneado' una de sus carátulas más famosas para animar en redes al uso de las mascarillas. Además, ha donado 100.000 unidades a funcionarios y reclusos de cárceles. Y, tras contagiarse en marzo, ha donado un millón a la investigación de una vacuna.