Cuando alguien se echa una nueva pareja, da igual tener 15, que 20, que 40, que 70 años: el cosquilleo adolescente y las ganas de ver a esa persona durante 24 horas al día no nos las quita nadie, y eso precisamente es lo que está sintiendo ahora mismo Yoli Claramonte. La ex gran hermana ha cerrado, al fin, su etapa con Jonathan Pérez, y ha conseguido, por sorpresa y contra todo pronóstico, rehacer su vida ¡durante la cuarentena! Así lo ha contado en su último capítulo de MTMad: está enamorada, y no le importa gritarlo a los cuatro vientos.
Ella, que ha sufrido mucho por amor, y sobre todo por desamor, ahora está en una nube: "Por fin he encontrado a una persona que me quiere, me valora y me respeta. Estoy entre feliz, nerviosa y emocionada. Con esos nervios de pubertad. Hasta mis amigos me lo dicen, que tengo otro brillo en la cara, pero es que es la verdad: desde que le he conocido a él, todos los días son un sueño", ha contado con una sonrisa de oreja a oreja, y no es para menos, porque su amor se ha fraguado en tiempos de coronavirus...
"Él me seguía desde hace tiempo, y yo no tenía ni idea, pero el 27 de febrero me mandó un mensaje directo por Instagram. Normalmente no los leo, porque son muchísimos los que recibo, pero ese día vi que me había mandado unas caritas… y no sé, le respondí. Será el destino. Yo creo mucho en esas cosas", ha relatado. "Él me escribía mucho, y yo pasaba de él… pero no a posta, es que no me daba cuenta, y de repente el 28 de abril empezamos a hablar más asiduamente".
Poco a poco a Yoli se le empezó a subir a la cabeza, y sin poder esperar más, quedaron: "Justo el día que quedamos por primera vez era el paso de la 'fase 0' a la 'fase 1', y fue la primera persona que veía en meses… y me lancé a abrazarle. Noté como un cosquilleo, una magia…". Eso sí, todo poco a poco: "Él me quiso respetar desde el primer momento. No quiso acostarse conmigo el primer día, y además me lo dijo, y eso me hizo sentir muy bien. Me hizo ver que yo era especial para él".
En sólo el primer mes desde que empezaron a verse, todo fue rapidísimo, y el chico (que de momento sigue en el anonimato), la ha llevado a cenar e incluso le ha presentado a su hermano y su cuñada, pero lo mejor ha sido la carta de amor que le dedicó, junto a un ramo de rosas, poco después de su primera quedada...
"Para mi bebé: lo primero que quiero decirte es que te amo con todas mis fuerzas y que sé que aún me quedan muchas más para que esto siga aumentando. Tú, y sólo tú, has conseguido este cambio en mí. Miro hacia atrás en sólo tres semanas y jamás me habría imaginado llegar a este punto, a esta locura increíble que me hace ser más feliz cada día, de saber que te tengo a mi lado y decirlo con tanto orgullo que es imposible disimular esa sonrisa tonta que me sale al hablar de ti. A tu lado es donde me quiero quedar, porque soy tan feliz que no se compara con nada. Gracias por los momentos que me das, por ser tú, por quererme así. Te amo infinito, bebé. Esto sólo acaba de empezar". ¡QUÉ BONITO!