- Makoke y Kiko Matamoros en pie de guerra por su hija Anita
- Los astros nos desvelan si algún día conseguirán llegar a un buen entendimiento, aunque parece complicado...
En 2018, tras 20 años de relación y una hija en común, Kiko Matamoros y Makoke decidían poner fin a su relación. Desde es momento, ambos han protagonizado numerosos enfrentamientos en televisión y es que parece que ninguno de los dos consigue llegar a un acuerdo para poder mantener una relación cordial. Hemos preguntado a los astros para conocer su compatibilidad y descubrir qué podría estar provocando que siempre acaben enfrentados. ¿Conseguirán firmar la paz algún día? Gracias al horóscopo sabemos la respuesta...
Kiko Matamoros, como buen Capricornio, es una persona seria, franca y muy disciplinada. Una de sus características más destacables es que, al principio, ofrece una impresión fría. Sin embargo, al conocerlo en profundidad puede sorprender por su empatía y su carácter cariñoso. De hecho, esto es algo que algunos de sus compañeros de 'Sálvame' e incluso su pareja, Marta López, han confirmado en alguna que otra ocasión.
Por otro lado, Makoke, que es Leo, se caracteriza por ser una persona muy sociable, abierta y llena de energía. Además de contar con una gran belleza y una actitud un tanto provocativa que conseguirá cautivar a cualquiera.
La combinación de estos dos signos del zodiaco es una de las más complicadas debido a que son muy diferentes. Ambos tienen el poder de destruirse si no aprenden a valorar y respetar sus diferencias. Un hecho que ha quedado más que claro después de ver cómo ambos se han hecho daño desvelando algunos detalles de su relación. Una de estas situaciones se dio hace poco tiempo cuando Makoke confesaba que Kiko Matamoros no tenía una buena relación con su hija.
Es importante que ambos aprendan a controlar sus temperamentos si no quieren volver a vivir tensos enfrentamientos. De hecho, pueden llegar a formar un equipo formidable si deciden respetarse y remar juntos hacia un mismo sitio.
Hace un tiempo pudimos apreciar cómo ambos intentaban dejar de lado su orgullo para poder mantener una relación cordial. Sin embargo, esta situación no duró mucho y al poco tiempo ya habían vuelto a echarse en cara los reproches de siempre. De momento, parece que ninguno de los dos es capaz de controlar su temperamento, un elemento esencial para que puedan llegar a tener una buena amistad.