Así cambiamos a Teté Delgado...
-Tú perdiste muchos kilos hace un años con un sistema original, la hipnosis.
-Sí, con una hipnobanda que aún tengo colocada. Lo que pasa es que por las noches cuando te metes en la cama tienes que escuchar unas grabaciones que inciden en tu cerebro para que comas menos. Y yo me duermo sin escucharlas, pero volveré a hacerlo. A mí me fue fenomenal. Sólo puedo decir bondades de este método.
-¿Te alimentas bien?
-No llevo una vida rutinaria, y eso es un problema. Suelo comer lo que me pide el cuerpo cuando estoy fuera, pero si estoy en mi casa, sigo una dieta más equilibrada. Además mi novio, Anxo (Carbajal, actor gallego con el que convive en A Coruña), es un “cocinilla” fantástico. Suelo comer cosas a la plancha y purés.
-¿Y te gusta hacer deporte?
-Tengo una hernia discal, así que lo que más me gusta es caminar, ir a mi aire. No soy carne de gimnasio ni me van los deportes de impacto. Pero espero llegar a ser una señora de 90 años que anda en Harley por ahí.
3. Preparada, lista...
El golpe de laca fue decisivo para que las ondas se mantuvieran en su sitio las horas que duró el cambio de Teté. Su melena permitía ver sus facciones pero con más dinamismo. El flequillo fue el gran reto de Rubén, que ni podía rizarlo ni dejarlo liso, así que lo echó a un lado con astucia para esconder pequeños defectillos.