Antes y después: ¡qué cambio!
Ésta es la imagen de Isabel, cuando salió de la cárcel. Había ganado unos cuantos kilos, tenía sus patas de gallo y sus arruguitas, pero estaba guapa y lozana. Luego, con su regreso a los escenarios, la folclórica se ha empleado a fondo para dar su mejor versión. Ha adelgazado, se ha puesto pecho, se ha quitado vientre y parece que se ha estirado la cara. ¿El resultado? ¡Un 10!