¿Cómo ha llegado a este extremo?
Fue el 13 de octubre de 2016 cuando Adela volvió a solicitar la prueba de ADN, una petición que vio satisfecha gracias a conseguir que un juez le otorgase la exhumación del cadaver para poder extraer una muestra de ADN y determinar, así, que realmente son padre e hija.
La decisión de recurrir a dicha medida, sin embargo, no es algo que ella quisiera hacer, pero con la negativa de los hijos del empresario a realizarse test biológicos para ayudar a Adela a determinar si José María Ruiz-Mateos es su padre o no, se ha visto en la obligación de llegar a este punto.
Otro factor relevante para determinar que la medida no es desproporcionada han sido los indicios expuestos: facturas de hotel, pasaportes con entradas y salidas de la demandante y su madre, ingresos de dinero...