Aún arrastra traumas del secuestro
Los ladrones se llevaron varios millones de dólares en joyas, que más tarde se supo, por la detención del cabecilla de los mismos, que se habían vendido y fundido en Amberes para facilitar su venta, aunque lo que aún le importa a Kim no son las joyas, sino superar el trauma de una noche en la que estaba prácticamente segura de que la matarían