Podría volver a ingresar en prisión
Con la cara llena de magulladuras, presumiblemente de la pelea en la que se enzarzó con los agentes, el joven, de 23 años, acudía acompañado de su padre a declarar ante el juez, a pesar de que ninguno de los dos quiso hacer ninguna declaración a los medios.
Debido a los antecedentes con los que ya cuenta en su haber, este altercado violento con la policía podría pasarle factura y obligarle a volver a entrar en prisión, de donde salió hace un mes por incumplir la orden de alejamiento que tiene interpuesta Michu, la que será la inminente madre de su primer hijo.