¿Qué te ha parecido Alba Carrillo? Os llevabais fatal.
Muy, muy mal, porque somos muy distintas. Yo soy una persona de pueblo, y no me da vergüenza decir esto. Alba no, ella se cree una princesa, la mejor de todos, la más culta, la más lista. Llegó a decirme que si no entendía el castellano, no debería estar en el concurso.
Y hasta te insinuó que podrías enrollarte con Feliciano López, su ex…
Sí, pero eso no es una cosa carina (en italiano, bonita) de decir. Es más, entonces yo no sabía que había sido su marido ni los problemas que había tenido con él.
¿Pero en la isla no hablaba de Feliciano López?
Sí, claro, y de otro de sus ex, Fonsi (Nieto), porque ella es famosa por ellos. Yo no, en Italia yo era famosa por mi trabajo, no por las relaciones que haya tenido.
¿Tan mal se portó contigo?
Fatal, no soportaba ni estar a mi lado. “Vete de aquí, si estás cerca de mí me pones nerviosa…”, eran este tipo de cosas las que me decía Alba. Pero, ¿qué se creía, la reina de la isla? ¡Yo tenía el mismo derecho que ella a estar donde quisiera! ¡Vete tú a otro sitio! (afirma muy enfadada). Además, no sabía hacer nada, ni cocinar… No se merece ganar Supervivientes; es mala persona y ha hecho un mal concurso.
Y con su madre, Lucía Pariente, ¿la cosa no iba mejor?
Tampoco me caía bien. Decía que yo era una mala persona… ¿Cómo podía hablarme así? ¿Y si hubiera sido al revés: mi madre poniendo verde a Alba? Seguro que se habría molestado. Alba, Lucía y Las Mellis –y por este orden– son las peores.