Se acabó de tanto bisturí
La empresaria tenía complejo de tener labios pequeños, por ello, de manera exponencial ha ido inyectándose silicona hasta conseguir unos labios ‘de impresión’.
De hecho, el cirujano plástico favorito de toda la familia, Simon Ourian, ha dejado claro que ya es suficiente de tanto quirófano y que se olvide, tal y como acaba de confesar, de volver a operarse los labios.