Un cumpleaños muy animado
Después de una comilona basada en un cocido madrileño como los de nuestras madres (aunque Calvo avisó de que los garbanzos se le habían quedado un poco duros y hasta quemados), los Javis y compañía se dispusieron a amenizar una tarde en la que todos acabaron cantando junto a los acordes de guitarra de Cepeda, con cuya voz todos se quedaron pasmados.
Sin embargo, una cosa llevó a la otra, el calorcito del cocido se subió a la cabeza...