Pagar 750 dólares ¡para sufrir!
Kim nos metió por los ojos, por aquel entonces, la famosa mascarilla de sangre, el milago 'anti-aging' para unas, una asquerosidad para otras, pero una cosa está clara: no era nada barata, ya que el 'vampire facial' (que así se llama) cuesta unos 750 dólares, puesto que la sangre hay que tratarla para volver a inyectar el plasma y que, de esta forma, el organismo lo interprete como una lesión y "corra" a crear colágeno para repararla, haciendo que la piel luzca más joven y luminosa.
Teniendo en cuenta lo que cuesta y lo doloroso que es (Kim, al estar embarazda por aquel entonces, no pudo utilizar la crema anestésica), a nosotras no nos sale a cuenta...