Anastacia, invitada de honor
Por su parte, Anastacia dejó clara su pasión por nuestro país con una chaqueta de inspiración torera un un sobrero 'canotier' con aplicaciones, muy similar también al que se suelen poner los rocieros.
"España entiende mi pasión. Aquí estáis tan llenos de pasión, amor y energía que siento que no tengo que 'no ser yo'. Puedo ser yo misma todo el rato y se entiende", señaló muy animada ante la prensa sobre su "loco" sentido del humor.
Anastacia, además, ocupó la 'silla de honor' durante la cena, y tanto ella como María Bravo se acordaron mucho de Eva Longoria, activa embajadora de la fundación, que este año no pudo volar hasta España por estar en la recta final de su embarazo.