¡Esa mano!
Patricia no puede parar de mirarlo, de tocarlo, de poner cara de boba, y sobre todo no puede parar de meterle (un poco) mano. El culo es su parte favorita de la anatomía, parece, porque no lo agarra por la cintura, le agarra directamente el culo. Sí, es verdad, tiene pinta de posesiva, como dicen las malas lenguas. Pero no pasa nada, él tiene la misma pinta de enamorado que ella.