Dice el dicho que 'en todas las casas cuecen habas', pero la casa de Kiko Rivera es especial, porque allí cuecen habas con toda la guarnición. Ya avisó Irene Rosales hace unos días de que ellos discuten cada 10 minutos y se reconcilian cada 3... y nunca pensamos que esa afirmación fuera casi literal, ¡porque hasta estando ella fuera de la Casa ha conseguido mosquearle! Y es que, a un par de días de la final del concurso, los habitantes de GH DÚO ya han recibido sus modelitos para el gran día... pero no ha llovido a gusto de todos, porque Kiko ha montado un señor pollo por el que le había tocado.
A pesar de que sabía que se lo había elegido su mujer, ya que le pidió que le comprara uno para la final y otros tres para Semana Santa, el DJ montó en cólera porque le parecía más feo que un pie: "A mí no me gusta el traje mío, no sé quién coño habrá escogido ese, ese no soy yo, mira que les dije... quien lo haya elegido, muy mal. Yo no me pongo esto en la final, ahora voy a ir al Súper a decirlo", comentaba con sus compañeros... y no era más que un traje azul marino con estampado de cuadros vichy, con corbata del mismo color y camisa blanca.
Preguntada por este episodio, Irene no ha podido más que decir que sí, efectivamente lo había elegido ella porque pensaba que Kiko prefería algo más clásico para la final, pero él es más moderno que todo eso y, claramente, no había acertado. "habrá que mandarle otra cosa", señalaba.
Dicho y hecho: este mismo martes, Kiko ya tenía un nuevo traje a su disposición que sí le entró por el ojillo. ¿La diferencia? Qué los cuadros de este no eran vichy, sino más gráficos. El resto, igual, pero sin corbata. ¡Hasta el color era el mismo! Ahora sólo le queda decidirse por conjuntarlo con zapatos monk (con hebillas) o unas zapatillas blancas. También le quedaba elegir entre unos calcetines rojos o verdes oscuro: "Soy elegante, pero con mi toque", decía todo convencido. Claro que sí, campeón.