¿Y cómo estás ahora?
Hecha polvo y tocada tras la expulsión, pero no por Noe. No puedo dejar de llorar, pero ya se me pasará.
Estás sin pareja y has traspasado el bar, ¿por qué no vuelves a Madrid?
Estoy feliz en Barcelona, tengo ahorros suficientes para seguir tirando. Ya veré. Quizá el día que venda la casa. A lo mejor no quiere volver porque, como dicen, está descubriendo un nuevo amor.