Juan García empezaba la semana muy bajo de moral tras las duras críticas de Víctor Ullate en la segunda gala. Sin embargo, pronto sacó fuerzas para comenzar con un nuevo estilo para él, el tango. Sobre el escenario, Juan cambió de actitud y fue lo más valorado por el jurado. Además demostró lo mucho que debe dasayunar por la mañana porque fue capaz de sostener así, en vilo durante 10 segundos y con una mano a su pareja de baile. De todas las maneras Juanito, corazón, aunque doblaras un porquito las rodillas al bailar, no pasará nada.