C uando se conocieron, ella era camarera, y él, militar. En sólo once días de encierro, se prometieron en matrimonio y tras seis meses en libertad, se sacaron los ojos en los platós. La expulsión de Galera, la primera en la historia de GH, dio lugar a la frase más recordada: "¡Quién me pone la pierna encima para que no levante cabeza!" El día 2 se reencontraron.