Belén Esteban no se cortó un peolo, para eso tiene esa educación innata que le sale a borbotones por entre los poros de su piel "Pero bostezos tiene todo el mundo ¿No?".
Aída Gómez no tuvo más remedio que contestar: "En el mundo de la danza, sin ser profesional, porque yo nunca te voy a juzgar así, pero sí hay cosas la actitud cuenta mucho. El bostezo, un bailarín profesional, al menos en mi compañía, al segundo está fuera de la sala de ensayo. Es un mundo que a lo mejor no conocéis. Estamos 24 horas bailando, nos duele el cuerpo, nos pasa cosas..."