Sus padres, bien
¿Cómo se lo han tomado tus padres?
No me han dicho nada. Sé que a mi madre le ha dado mucha pena porque soy la pequeña, la niña de sus ojos. Estoy tan unida a ella, que hablamos por teléfono dos y tres veces al día. Seguro que pronto vienen a vernos.
¿También tu padre, con lo estricto que parecía?
L. Sí. Él ha asumido por fin que Marcelo es mi novio. Es lo que hay.
M. Como vivimos tan cerca de ellos, mis padres están muy pendientes, son muy serviciales. Nos llaman todos los días, nos invitan a comer, nos preguntan si necesitamos algo... A ellos les gustaría que estuviéramos todo el día en su casa, pero también nos dejan nuestro espacio.
L. Sus padres son un encanto. Me tratan como a una hija más.
Tan felices, en esta casa tan linda, cerca del mar... Parece que estáis de vacaciones...
L. Sí, es cierto. Somos unos privilegiados. Tenemos que aprovechar a tope esta época. Quitando los fines de semana, que cada uno viaja a un sitio a hacer sus bolos, el resto de la semana vivimos como si estuviéramos de vacaciones. ¡Una gozada!